Antes de que Florey y su equipo aislaran la penicilina en 1940,ya se sabía de la existencia de los FAGOS ,estudiado desde 1913 en Inglaterra por FrederickTwort que lo denominó “agente bacteriolítico” y que se trataba de partículas que ahora lo catalogamos como virus que destruyen bacterias, con la característica de cada bacteria, tiene su propio virus .Esta observación fue publicada en la revista médica de The Lancet en 1915.No hubo mayor apoyo para que continuara estos estudios, por diversos motivos.
El 3 de Septiembre de 1917, Félix d”Herelle, siguiendo el derrotero de Twort, descubrió, en Canadá,” un invisible antagonista microbiano del bacilo de la disentería” que lo llamó bacteriófago ,describiendo los ciclos lítico, cuando destruye la bacteria y lisogénico ,cuando se mantiene a la expectativa dentro de la bacteria sin destruirla. Creador de la terapia fágica, utilizando esta terapia en diferentes países. En 1934 es invitado a trabajar en el Instituto de Tbilisi, Georgia, URSS, lugar donde se desarrolla con el apoyo de las autoridades de la época y del Director del referido Instituto, hace publicaciones y alcanza gran fama al utilizar los fagos para tratar las enfermedades que diezmaban a la población rusa. En este Instituto se alcanzó gran experiencia en uso de los fagos.
Pero, nadie sabía cómo era esta partícula, hasta que en 1939, Helmut Rusca lo describe con el uso de la Microscopía Electrónica. En la actualidad hay muchos bacteriófagos graficados detalladamente.
La parte fundamental del proceso, es que el bacteriófago se inserta al interior de la maquinaria bacteriana y la usa para su reproducción, con su consiguiente destrucción.
Tenemos pues una alternativa más de tratamiento, en los fagos, para cuando los antibióticos dejen de ser útiles.
Debemos leer la preocupante noticia, aparecida en Health Day New del 18 de Julio del 2014 de la emergencia de la bacteria ERC-enterobacterias resistente a carbapenes cuando antes no lo era, muestra la real situación del uso de los antibióticos y cercano el tiempo de su inutilidad, si seguimos con el desenfrenado e irracional uso de los antibióticos.
No olvidar del papel, en este problema, que le ha tocado jugar a los grandes laboratorios productores de los antibióticos, con una política de ventas sin límites y con propaganda, muchas veces, lejanas de la ética.
Se tendrá que utilizar las experiencias, en fagos, de otros países que los usaron con éxito y lo que consiga el Centro Nacional de Biotecnología, de España, que ha recibido soporte económico de la Fundación Bill y Melinda Gates, para el estudio de los bacteriófagos y su aplicación en la enfermedades de las persona.
Pero, es seguro que la aplicación de los fagos en los tratamientos, será objeto de ataques mediáticos intensos, de las mismas corporaciones que lo mantuvieron en silencio, para lo cual debemos estar preparados, entendiendo que estas partículas sólo atacarán a las bacterias que le corresponda y una vez desparecida la bacteria, el bacteriófago desaparecerá, debido a lo específico de su ataque, ya que al no encontrar más bacterias del mismo tipo, sólo le queda extinguirse. No tener miedo, todos nosotros estamos expuestos a los fagos, que se encuentran en el medio ambiente en el que vivimos y si nos gusta la playa, pues les diré que el mar es el sitio donde se los encuentra en cantidades enormes como 10 /mililitro de agua y se calcula que el 70% de las bacterias del mar tienen su fago.
El tratamiento con fagos podría ser así, por ejemplo: Salmonella detectada en sala de recién nacidos, el paciente recibirá su fago correspondiente que las destruirá a las bacterias, controlando esta peligrosa epidemia, que tiene alta tasa de mortalidad en este grupo pediátrico.
Quedan otras alternativas como el estudio de las plantas con efectivo poder antimicrobiano como la sábila, la cebolla, kion, canela, ají, romero, ajos etc. que podrían ayudarnos a salir de este embrollo.
Antibióticos en Pediatría
Fundamentales para el manejo de situaciones serias, desde que nace el niño a los dos primeros años, con eventos clínicos que pueden poner en serios apuros la vida de los niños.
Todos los que hemos pasado por las salas de Neonatología sabemos de la gravedad de las sepsis en estos niños, que pueden matar en horas a los pacientes. La razón es que los niños tienen un sistema inmunológico en formación y sólo se pueden defenderse de las infecciones que tuvo la madre y que le dejaron anticuerpos, que se los pasa al niño durante la gestación y después, durante la lactancia.
Una infección por salmonella, pseudomona o estafilococo pone en grave riesgo su vida y sabemos de la importancia de la prevención de estas enfermedades y lo vital que resulta el manejo adecuado de los antibióticos para intentar la vida de estos niños.
Un niño en tratamiento antineoplásico con quimioterapia, puede tener fases de neutropenia profunda debido a la enfermedad o al mismo tratamiento y la cantidad de neutrófilos, que se encargan de controlar las infecciones, estar disminuida, lo que puede condicionar que la infección se descontrole comprometiendo órganos y sistemas, poniendo en grave riesgo su vida. Aquí mucho dependerá de lo adecuado del tratamiento antibiótico y de sus combinaciones, para cubrir bacterias frecuentes en la institución donde se labora, sabiendo las características de las infecciones más frecuentes, el tratamiento efectivo permitirá detener la infección, dando tiempo a la recuperación de neutrófilos por producción de su propia médula ósea. Aquí, por la gravedad de la situación, el inicio de los antibióticos se hace en forma empírica, que luego se modificará con los resultados de los cultivos que se hicieron antes de iniciar la terapia.
Estas, y otras a juicio del Pediatra o Infectólogo, son las indicaciones precisas de los tratamientos, sin embargo la gran mayoría de veces los usamos indiscriminadamente. Se sabe que en los meses de invierno en las mayorías de países del mundo de venden más antibióticos para las vías respiratorias, que sin embargo son ocasionadas, en el 80%, por virus, que no se tratan de esta manera.
Recomendaciones para su uso dirigido a los colegas jóvenes.
Hay pocas indicaciones en la Pediatría general en la que debemos pensar en antibióticos: fiebre en recién nacidos y en lactantes menores de tres meses, Otitis media aguda en menores de 2 años, Neumonías e infecciones del tracto urinario, pues estos procesos comprenden infecciones bacterianas en la mayoría de veces y nos respaldaremos con detallado examen clínico y con los exámenes auxiliares que deben incluir cultivos previos al inicio de tratamiento.
En la mayoría de procesos restantes fijar el uso de los antibióticos con una fuerte sospecha clínica que se trata de una infección bacteriana. Si no reúne estos requisitos, recomiendo tomarse las precauciones del caso y hacer uso de sintomáticos y del SEGUIMIENTO, sabemos que nos dará más trabajo, pero ante la duda prefiera citarlo para 24 horas o 48 horas, dejando la manera que los padres lo ubiquen en cualquier momento para informarle la evolución del proceso.
Nunca deje de apoyarse en los padres del niño, explicarle los pros y los contras, en el uso de los antibióticos que Ud. pueda elegir. Significa que evitaremos el uso innecesario de los antibióticos y reduciremos la aparición de resistencias.
En BMJ 18 mayo 2010 se presenta el estudio de Castelloe C. y Metcalfe acerca del uso de los antibióticos y subsecuente aparición de resistencia microbiana.